Cuando ven un autorretrato del pintor por primera vez todos opinan que es muy guapo.
En posteriores sesiones en las que retomamos el cuadro y el autorretrato ya hay quienes creen que es un poquillo feo...
No obstante, dicen que la primera impresión es la que cuenta, ¿no?
Jugamos a este juego tan tradicional, tapándonos los ojos y reconociendo a nuestros compañeros/as por el tacto.
¿Quién no ha recitado alguna vez estos versos?:
-Gallinita ciega, ¿qué se te ha perdido?
-Una aguja y un dedal.
-Da la media vuelta y lo encontrarás!
Primero intentamos saber si es niño o niña y luego afinamos un poco más procurando adivinar quién es por el tipo de pelo o peinado y otros rasgos.
Después de jugar, dibujamos a Goya o el cuadro "La gallina ciega", lo que prefiera cada uno.
Si nos queréis ver, poned los altavoces y haced doble click en la flechita:
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