Durante estos días nos hemos detenido más en una obra del célebre pintor Velázquez: "La Venus del espejo".
Cuando les enseño una lámina del cuadro por primera vez y les pregunto qué es lo que ven, esto es lo que contestan:
Sara: Es una madre.
Yo: ¿Por qué sabes que es una madre?
Sara: Porque sí.
Curro: Porque tiene el pelo largo.
Yo: Sara también tiene el pelo largo y no es una madre... ¿por qué creéis que es una madre?
Varios: Porque sí... (a esta edad es muy difícil dar explicaciones más allá del "porque sí", pero debemos incitarles para que piensen).
Aitor: Y está desnuda.
Álvaro: Sí, porque está viendo la tele. Una película está viendo.
Yo: ¿Y esto qué es? (les señalo lo que sostiene el angelito en sus manos).
Álvaro: Un cuadro.
Noelia: Un espejo.
Yo: ¿Por qué crees que es un espejo?
Noelia: Porque tiene un cristal.
Después de analizar el cuadro, pasamos a representarlo con nuestro propio cuerpo.
No hay nada como experimentar y vivir en primera persona aquello que estamos trabajando, así lo aprendemos con más facilidad ¡y resulta mucho más motivador!
En esta ocasión, por supuesto, nos convertimos en Venus "con ropa", pero la propuesta les parece igual de tentadora e interesante.
Después pasamos a plasmar la actividad sobre el papel.
Si nos queréis ver, poned los altavoces y haced doble click sobre la flechita:
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