¿Alguien de nosotros no ha visitado alguna vez al médico con un pellizquito en el estómago por si nos hacía daño?
Durante estos días jugamos a ser médicos, así nos familiarizamos más con su trabajo y expresamos lo que sentimos cuando vamos a la consulta.
Hay quienes dicen que lloran porque el médico les da un poquito de miedo cuando les pincha, otros van contentos a visitarle porque saben que se van a poner buenos. Además, al irse les dan un palito para la garganta...
En el cole nos encanta vestirnos de médicos porque sabemos que sólo es un juego.
Además, los médicos están para ayudarnos, ¡así que no debemos temer nada!
Al principio jugamos todos juntos imitando lo que ya hemos vivido en más de una ocasión: el enfermo llega a la consulta y dice al médico lo que le pasa, el médico lo tumba en la camilla y lo examina con el fonendoscopio, le mira los oídos, la boca, los ojos y, en ocasiones, le pone una inyección o le receta un jarabe...
También asistimos a la consulta del oculista, que nos mira bien los ojos y nos pone unas gafas para ver mejor los colores, las formas o las letras, así sabrá si las necesitamos o no.
Todos están muy atentos durante la consulta, ¡nadie quiere perderse un detalle de lo que pasa!
En los días siguientes, durante el tiempo libre de actividades, ya juegan a ser médicos ellos solos.
Si nos queréis ver, poned los altavoces y haced doble click sobre la flechita:
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